Por: Amalio “Mayito” Solano
Pablo Pérez pregona que es un hombre pacífico y que cree en la paz sobre la violencia, pero lo que hizo esa noche no es de pacífico y de hombre creyente de la paz.
Sinceramente ver las cosas que el candidato Pablo Pérez, gobernador del Estado Zulia, hace cuando se toma unos traguitos a pico de botella, da vergüenza. Se vuelve loco cuando por su garganta los palitos de aguardiente le queman la garganta y al llegarle al estómago se les suben a la cabeza que lo llevan a hacer cosas como la que vimos por Venezolana de Televisión (VTV).
Es deplorable la actitud de este señor que aspirando ser candidato a la presidencia, demuestra ante un público lo que hace cuando toma ron. Esa es la persona que aspira gobernar el país y ser como un “padre para los venezolanos”, esa es la persona que después de lo que hizo, quitarle la gorra al animador y tocarle el trasero cuando le dijo a los presentes que se pusieran como si les fueran hacer el examen de próstata, ahora dice que le están inventando eso. Ahí están las imágenes.
Ese día viernes cuando sucedió eso, estaban los gaiteros en plena faena en la tarima de Corpozulia, cuando celebraban el encendido de luces. Una tradición que realizan en la avenida Bella Vista de Maracaibo. El dice que respeta a quien lo respeta, pero ahí nadie le estaba faltando el respeto para que hiciera eso faltándole el respeto al público.
Pablo Pérez pregona que es un hombre pacífico y que cree en la paz sobre la violencia, pero lo que hizo esa noche no es de pacífico y de hombre creyente de la paz. Su actitud fue provocadora y sus policías la pusieron arremetiendo contra quienes sí estaban en paz disfrutando de sus gaitas, las que él y la alcaldesa Eveling les prohibieron a la mayoría de los zulianos al privatizarles las fiestas de la Chinita.
Este gobernador llama ineficiente al gobierno de Chávez, pero él, ¿qué ha hecho por su estado? Claro, es fácil hablar sin querer ver lo que hace este gobierno por los pobres. En política es más fácil que los opositores hablen hierba seca del presidente y su gobierno, que ellos trabajar por su pueblo.
El diputado Eliseo Fermín, dijo que Pablo Pérez sólo bailaba y besaba a un niño. Está bien que baile y bese a un niño, pero eso de tomar ron a pico de botella, quitarle la gorra al animador (a quien no le gustó mucho que el borrachito se la quitara y la tirara al público) y de tocarle el trasero, no está bien y eso es lo que le critican a este hombre que sabe muy bien que su imagen está por el suelo. Después que pasó la borrachera y ahora con la mente más clara sin un palito de ron dijo: “Los violentos no me van a detener”. Se refirió a “los sectores radicales del oficialismo en la entidad” ya que él tiene una “carrera hacia la Presidencia de la República”.
Por su parte el animador creyó hacer una gracia, pero como dijo un vecino “lo que él no esperaba es que el Pablo Pérez le tocara la nalga”. Así se comporta el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que lo único que tiene para ofrecerles a los venezolanos son unas imágenes negativas de su persona, de las cuales dice que lejos de hacerle de perjudicarlo, le beneficia.
El presidente Chávez rechazó la actitud del gobernador zuliano, “borracho en un evento religioso”. Las personas que estaban presentes también se manifestaron en contra del gobernante porque no respetó ni siquiera a los niños que junto a sus padres se divertían del tradicional encendido de luces y de sus gaitas.
La invitación que Pablo Pérez le hizo al comandante Chávez para que asistiera a las festividades de la Chinita, quedó empañada por su borrachera y su tocadita de trasero. Seguro que de ningún modo el presidente se hubiese presentado en el Zulia, porque él no se iba a prestar para darle relevancia a un hombre enemigo de su gobierno y hablador de hierba seca.
Pablo Pérez pregona que es un hombre pacífico y que cree en la paz sobre la violencia, pero lo que hizo esa noche no es de pacífico y de hombre creyente de la paz.
Sinceramente ver las cosas que el candidato Pablo Pérez, gobernador del Estado Zulia, hace cuando se toma unos traguitos a pico de botella, da vergüenza. Se vuelve loco cuando por su garganta los palitos de aguardiente le queman la garganta y al llegarle al estómago se les suben a la cabeza que lo llevan a hacer cosas como la que vimos por Venezolana de Televisión (VTV).
Es deplorable la actitud de este señor que aspirando ser candidato a la presidencia, demuestra ante un público lo que hace cuando toma ron. Esa es la persona que aspira gobernar el país y ser como un “padre para los venezolanos”, esa es la persona que después de lo que hizo, quitarle la gorra al animador y tocarle el trasero cuando le dijo a los presentes que se pusieran como si les fueran hacer el examen de próstata, ahora dice que le están inventando eso. Ahí están las imágenes.
Ese día viernes cuando sucedió eso, estaban los gaiteros en plena faena en la tarima de Corpozulia, cuando celebraban el encendido de luces. Una tradición que realizan en la avenida Bella Vista de Maracaibo. El dice que respeta a quien lo respeta, pero ahí nadie le estaba faltando el respeto para que hiciera eso faltándole el respeto al público.
Pablo Pérez pregona que es un hombre pacífico y que cree en la paz sobre la violencia, pero lo que hizo esa noche no es de pacífico y de hombre creyente de la paz. Su actitud fue provocadora y sus policías la pusieron arremetiendo contra quienes sí estaban en paz disfrutando de sus gaitas, las que él y la alcaldesa Eveling les prohibieron a la mayoría de los zulianos al privatizarles las fiestas de la Chinita.
Este gobernador llama ineficiente al gobierno de Chávez, pero él, ¿qué ha hecho por su estado? Claro, es fácil hablar sin querer ver lo que hace este gobierno por los pobres. En política es más fácil que los opositores hablen hierba seca del presidente y su gobierno, que ellos trabajar por su pueblo.
El diputado Eliseo Fermín, dijo que Pablo Pérez sólo bailaba y besaba a un niño. Está bien que baile y bese a un niño, pero eso de tomar ron a pico de botella, quitarle la gorra al animador (a quien no le gustó mucho que el borrachito se la quitara y la tirara al público) y de tocarle el trasero, no está bien y eso es lo que le critican a este hombre que sabe muy bien que su imagen está por el suelo. Después que pasó la borrachera y ahora con la mente más clara sin un palito de ron dijo: “Los violentos no me van a detener”. Se refirió a “los sectores radicales del oficialismo en la entidad” ya que él tiene una “carrera hacia la Presidencia de la República”.
Por su parte el animador creyó hacer una gracia, pero como dijo un vecino “lo que él no esperaba es que el Pablo Pérez le tocara la nalga”. Así se comporta el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que lo único que tiene para ofrecerles a los venezolanos son unas imágenes negativas de su persona, de las cuales dice que lejos de hacerle de perjudicarlo, le beneficia.
El presidente Chávez rechazó la actitud del gobernador zuliano, “borracho en un evento religioso”. Las personas que estaban presentes también se manifestaron en contra del gobernante porque no respetó ni siquiera a los niños que junto a sus padres se divertían del tradicional encendido de luces y de sus gaitas.
La invitación que Pablo Pérez le hizo al comandante Chávez para que asistiera a las festividades de la Chinita, quedó empañada por su borrachera y su tocadita de trasero. Seguro que de ningún modo el presidente se hubiese presentado en el Zulia, porque él no se iba a prestar para darle relevancia a un hombre enemigo de su gobierno y hablador de hierba seca.
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