En los dos últimos períodos gubernamentales del Puntofijismo, la inflación se incrementó sistemáticamente, muestra de ello: Carlos Andrés Pérez (45,3%) y Rafael Caldera, (59,6%). Ambos mandatarios trazaban sus políticas económicas (de esquemas neoliberal) según las directrices del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial.
Para este período (1989 - 1998) la inflación era tan voraz –llegó a rondar el 103%- que denotaba un país prácticamente quebrado, esto se podía percibir en el encarecimiento de los alimentos, medicinas, vivienda, servicios, aumento del desempleo, pobreza, precio del barril regalado (10,57 dólares), y una corrupción desmedida y grosera.
Para 1999 – 2010, las políticas socialistas del Gobierno Bolivariano, han abatido considerablemente el índice de inflación hasta alcanzar un promedio de 22,2%; es decir, muy por debajo al de los gobiernos puntofijistas.
Este descenso se ha logrado gracias al resultado de acertadas medidas económicas tales como: un salario justo para los trabajadores, incremento en el precio del barril de petróleo venezolano (57,08 dólares), una acertada política cambiaria y la inclusión social (misiones) para atacar los factores de pobreza y exclusión.
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